MISIÓN

domingo, 27 de julio de 2008

Como miembros de la Iglesia somos continuadores de la misión evangelizadora de Jesús, concretada en el servicio educativo a los pobres y en la vivencia de la fraternidad.

La Salle descubrió las carencias de los hijos de los artesanos y se “con-movió”, vio la necesidad de una educación humana y cristiana básicas para que los niños pudieran reconocer su dignidad de personas y de hijos de Dios, y desarrollar sus talentos para vivir conforme a esa dignidad.

Como La Salle nosotros/as también descubrimos, en Comunidad y desde la lectura creyente de la realidad, que Dios nos habla en las necesidades de los niños/as y jóvenes de hoy y nos llama a comprometernos y a responder con fidelidad a esa llamada.

Por nuestra sensibilidad ante las situaciones de injusticia, desarrollamos nuestra labor educativa y social en colaboración con plataformas de diverso tipo. Hoy trabajamos en Escuelas, Asociaciones, Ong’s,... Periódicamente revisamos nuestra presencia en ellas y colaboramos en la búsqueda de soluciones, estructuras y formas de implicación solidarias para llegar de manera eficaz a aquellos lugares o ámbitos donde no estén llegando las instituciones, cooperando al desarrollo de todos/as y a la consecución de un mundo más justo y sin exclusión.

La tarea pastoral, como anuncio explícito del mensaje de Jesús de Nazaret, nos preocupa. Hemos vivido un proceso de inspiración catecumenal en La Salle al que sentimos agradecimiento, especialmente hacia las personas que han animado nuestro camino comunitario. Compartimos lo que gratis otros nos dieron, colaborando en los colegios de La Salle y en la parroquia del Barrio como animadores/en la fe, así como en cuantas actividades pastorales se nos puedan sugerir o podamos proponer nosotros/as.

Nos sentimos parte del presente y del futuro del proyecto iniciado por La Salle. Es enriquecedor para nuestra comunidad, participar en la reflexión y experiencias que se van abriendo paso en el Instituto, en general, y el Distrito, en particular.